Desde hace ya bastante tiempo las empresas han renunciado a la diferenciación on / off en sus actividades de marketing y de comunicación. Han comprendido que esta separación no tiene sentido. Nuestra realidad, como consumidores, es on y off, al mismo tiempo, por ello, es mejor que el área de marketing gestione sus estrategias digitales y offline como un todo, aunque teniendo en cuenta las particularidades de cada entorno.
Si trasladamos este debate a la venta, veremos que, en nuestro país, muchas empresas están aún en fase de transición entre estos dos mundos. En el ecosistema de venta digital encontramos desde compañías enfocadas 100% a la venta online, como Amazon o Rakuten, hasta otras que no tienen tienda online o que la tienen, pero sin hacer una verdadera apuesta por ellas.
Esto es comprensible en los casos en los que el peso del negocio físico supone casi la totalidad del negocio de la organización, aunque también es un pensamiento a corto-plazo. Los usuarios están cambiando sus hábitos de compra, comprando on y off, y las compañías deberían ir ajustando sus estrategias en función de estos cambios. Tendencias como el showrooming, que consiste en que un usuario va al establecimiento físico a...